En busca de la mujer fatal

Bᅵrbara Stanwick, modelo de mujer fatal
Dᅵa de playa. Da pereza ir ya a baᅵarse al mar a estas alturas. Hay que buscarse un aliciente. Por ejemplo que a cincuenta metros de la orilla se celebren unas charlas sobre literatura. Eso es lo que pasa entre el 14 y el 16 de septiembre en Formentor, donde se reᅵnen en una docena de mesas redondas un buen nᅵmero de escritores para, atenciᅵn, no hablar de sus libros, sino de sus lecturas, o mejor, de los personajes mᅵs conocidos de la literatura universal, desde Helena de Troya hasta Marlowe.
El sᅵbado habla Fernando Savater en una charla sobre la picaresca, o sea el Lazarillo de Tormes y compaᅵᅵa. Se comenta varias veces que en el adn espaᅵol tenemos marcado el hᅵbito de trampearᅵy aguzar el ingenio para sobrevivir.ᅵ

Lazarillo en acciᅵn
Y que eso viene de siglos atrᅵs: de cuando los mᅵs humildes, que no se metᅵan a soldados ni a curas, ni en barcos a las Amᅵricas, se las apaᅵaban como podᅵan. La crisis de hoy y la corrupciᅵn de siempre apoyan la tesis de que la picaresca ya no es un esplendor literario, sino una normalidad nacional.ᅵ
Que por la tarde se hablara de literatura policᅵaca y de novela negra (iban a estar allᅵ Jesᅵs Ferrero y Ruiz Mantilla) era inevitable: cuando el pᅵcaro deja de ser majete como lᅵzaro, cuando no sᅵlo sobrevive a la miseria de su origen sino que se hace de oro o se perpetᅵa en el poder con el delito, se convierte en mafioso y en personaje de novela negra.ᅵ

M A Munar y Pedro Serra, dos pᅵcaros evolucionados
Pero habᅵamos venido a baᅵarnos en las aguas mᅵticas de Formentor. Allᅵ que nos vamos con las viandas en las fiambreras, escaleras abajo. La escritora Macky Chuca, que ganᅵ hace un aᅵo el Premio cafᅵ Mᅵn con La reina del burdel, nos sorprende con un surtido de salsas exᅵticas obtenidas de su huerto ecolᅵgico. No podemos pagarnos el menᅵ del hotel, pero nos negamos a comer peor. Jesᅵs Ferrero lo sospecha y opta por seguir el olor de mis sandwiches de jamᅵn y queso. Lo acompaᅵa el escritor Miguel Dalmau, viejo amigo del novelista, que llega hasta las rocas copa de cerveza en mano.

Dalmau y Ferrero, picnic en Formentor
La tambiᅵn escritora Irene Gracia, prueba las empanadas que trae Miguel y lanza su melena rubia, larga y rizada, que me recuerda a la del poeta Velasco, contra el azul turquesa y la posidonia del fondo.ᅵ

Macky Chuca e Irene Gracia
En los cigarrillos antes del baᅵo, discutimos sobre si las novelas policᅵacas que arrasan hoy (nᅵrdicas y oscuras) son la clase de libros que queremos escribir.
No. Yo lo que quiero es que los libros que quiero escribir se vendan igual, como bes-sellers, dice Dalmau.
La siesta queremos hacerla en la mesa redonda sobre mujeres fatales y grandes damas, pero la brillante y amenᅵsima Marta Sanz, junto a la encantadora Cristina Fernᅵndez Cubas, nos quitan el sueᅵo. Al final de la mesa alguien reclama mᅵs espacio para las grandes damas y menos para las brujas. Parece que hay demanda de grandes damas. Carmen Riera desde el pᅵblico propone a Ester Tusquets, que nos abandonᅵ hace poco. Ella misma es una gran dama. Marta Sanz opina que no tienen mucho tirᅵn, pero para mᅵ que mᅵs de una mujer fatal tiene un pie en las alfombras de las grandes damas. O calza sus zapatos.

Marta Sanz, el colmo de la amenidad
Al dᅵa siguiente veo en la portada del Magazine a Espido Freire con atavᅵos shakespearianos, y me digo: demasiado joven para ser gran dama, pero todo llegarᅵ.ᅵ

Mujer fatal tiene que haberlo sido.
Yo a Espido le hablarᅵa como un personaje de Jardiel Poncela: "usted tiene ojos de mujer fatal". Tiene algo mᅵs que ojos, salta a la vista. Tiene todo lo que hace falta para llevarnos a la perdiciᅵn sᅵlo con dejarse caer en una portada. Pero su inteligencia y su verbo de Aspasia la acabaran consagrando como gran dama. Al tiempo. Hace unos meses su fatalidad y su peligro eran asᅵ de arrasadores (deberᅵa haber salido su foto en el ᅵltimo ensayo de Dalmau, El ocaso del pudor).

Espido y sus armas de mujer fatal
Lo olvidaba, el gran tema de las Conversaciones de Formentor de este aᅵo creo que lo propuso Ferrero el primer dᅵa, pero resultᅵ demasiado terrorᅵfico para cogerlo por los cuernos: la industria editorial se va al garete y hace falta un cambio de modelo. Coincido con ᅵl: estamos mirando a otra parte (no digo a cuᅵl) y el tren va a arrollarnos.ᅵ